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Hasta hace poco, los ciclistas profesionales podían consumir analgésicos emparentados con el opio, pero la Unión Ciclista Internacional los prohibió en competencia, argumentando que sus potenciales efectos secundarios ponían en riesgo al que los consumía y a los demás, es totalmente cierto, sin embargo, hay algo más: los analgésicos potentes (y creo que también los no tan potentes) tienen un potencial dopante muy alto, particularmente cuando vamos “con lo justo” o al límite en una competencia y esto claro, es trampa ¿Como es que algo para el dolor mejora el rendimiento? No sabemos exactamente, peeeero, emanado de la ciencia, hay muy claros indicadores de los mecanismos. Pensé en ir de los simples a los complejos y pronto me di cuenta que todo está complejo, más porque los que investigan estas cosas tienen un perfil formativo de “neuronas y mente” y pues yo soy más de “fibras y mecánica” pero ahí vamos:
Empírico, pero ni tanto
En estudios de tolerancia al dolor, los deportistas invariablemente son superiores a los sedentarios, tanto en la intensidad tolerada, como en la duración del estímulo doloroso (agua helada); solo que no sabemos (y no podremos saberlo a menos que se haga un estudio de seguimiento con niños, lo cual molestaría a sus papás, a Derechos Humanos y a la Policía… no es que no haya pensado en el diseño experimental ¡Ñaca-ñaca! *)… no sabemos si es a causa del entrenamiento o bien a que las personas que toleran más el dolor, naturalmente se inclinan a entrenar y lograr resultados destacados en el deporte. Empíricamente es claro que aquel que “sabe sufrir” tiene ventaja aun cuando sus cualidades fisiológicas o técnicas sean iguales a otros, es algo que distingue a los “Zatopeks y Bekeles” del resto de la élite y una característica que buscan los reclutadores de ciclistas profesionales en los jóvenes, a veces más, que las grandes cualidades físico-atléticas. No obstante, este asunto de tolerar el dolor en los deportistas tiene una faceta oscura: muchos amateurs utilizan indiscriminadamente analgésicos y antiinflamatorios, a título propio o porque se lo recomendó el que ya ha corrido 200 maratones para “aguantar los entrenamientos” (así lo aprendió de otro ignorante con buena intención), esto no solo es peligroso para la salud, sino contraproducente para mejorar: la inflamación inducida por el ejercicio es indispensable para adaptarnos a las cargas de entrenamiento, siempre y cuando se hayan prescrito y controlado sobre evidencia; pero si te duele tanto como para tomar un analgésico, dos escenarios se vislumbran:
- Tienes una lesión
- Pronto vas a tenerla.
En cualquier caso necesitas un diagnóstico preciso, y no medidas terapéuticas para aminorar los síntomas como frecuentemente se “prescriben”. En otro momento escribiré de los datos de alarma para saber en qué momento acudir al Médico del Deporte.
* Si quieres proponer a tu hijo para el estudio mándame un correo (claro que es broma)
“Nadie puede librar a los hombres del dolor, pero le será perdonado a aquel que haga renacer en ellos el valor para soportarlo”
Selma Lagerlöf
Referencias
- Petersen y Pedersen. The anti-inflammatory effect of exercise. Journal of Applied Physiology, 98, 2005.
- Amann et al., “Opioid-Mediated Muscle Afferents Inhibit Central Motor Drive and Limit Peripheral Muscle Fatigue Development in Humans,” Journal of Physiology 587, 2009.