Por LNB. Karina Nieto
Cuando iniciamos en el mundo del “Running” empezamos a escuchar sobre la técnica perfecta, la pisada ideal y del tipo de tenis que se debe usar. Y posiblemente, relacionamos esta información con “biomecánica de la carrera”. Y no fue hasta hace poco, que tuve que estudiar sobre este tema para la maestría, que entendí (poco, honestamente, para la gran cantidad de material existente), que la biomecánica va más allá.
Primero, les quiero platicar algo muy general. Si vemos la carrera como un movimiento aislado, podemos dividirla en dos fases, la fase de apoyo y la fase de vuelo. Durante la fase de apoyo, el pie aterriza en el suelo y el cuerpo soporta el peso del mismo. Esta fase se divide en tres etapas: el contacto inicial, la absorción de impacto y el despegue. En la primera etapa, el pie aterriza en el suelo, lo cual genera una fuerza que debe absorberse y redistribuirse desde el pie hasta la cabeza, esta energía se transfiere a través de las articulaciones y los músculos (he aquí la importancia de fortalecer los tejidos). En la tercera etapa, el pie se despega del suelo y comienza la fase del vuelo, donde nos elevamos y controlamos los movimientos en el aire; donde se desarrolla, pues, la zancada.
Si se imaginan estas fases por separado, y lo compaginan con sus entrenamientos, aquí es donde sobresale la importancia de los ejercicios de técnica, el “atrás, arriba, rebota”. Y como mencionaba previamente, durante estas fases de la carrera, múltiples articulaciones y músculos están involucrados.
La articulación del tobillo, la rodilla y la cadera son las principales articulaciones que permiten el movimiento. Los músculos principales implicados son el glúteo mayor, el cuádriceps, los isquiotibiales, la pantorrilla y los músculos del pie. Aunque, mucho ojo, no son los únicos que trabajan, realmente, todo el tronco funciona como estabilizador y los brazos como compensatorios (los llamados reflejos cruzados)
Ahora, aquí vienen los temas realmente complicados. La biomecánica se puede analizar desde dos disciplinas (de la Física): la cinética y la cinemática. La cinética se refiere a las fuerzas involucradas durante la carrera, mientras que la cinemática se refiere al estudio del movimiento del cuerpo durante la carrera, sin considerar lo que lo causa.
En el estudio de la cinética de la carrera, se evalúan las fuerzas internas y externas del movimiento en la fase de apoyo y en la fase de vuelo. Por ejemplo, en las externas podemos hablar de la gravedad, la resistencia al aire y la fuerza de reacción del suelo, mientras que en las fuerzas internas encontramos la fuerza muscular y la elasticidad o reactividad de los tendones, ligamentos y fascias.
La cinemática para la carrera, incluye el estudio de los movimientos y posiciones de los músculos, articulaciones y varias partes del cuerpo como los pies, piernas, cadera, pelvis y torso, así como las relaciones (angulares) entre ellos, por ejemplo: la cinemática puede estudiar la pronación y supinación (del pie) durante la fase de apoyo del ciclo de carrera. En realidad, esta es la más fácil de entender, porque la “analizamos” todos los días; la longitud de zancada, la cadencia y la pisada.
¿Y la biomecánica de la carrera debe ser igual para todos? No. Existen variaciones según la edad, el sexo, la población, etc. Los niños o jóvenes tienen una técnica de carrera diferente a los adultos. Las mujeres tienen una mayor tendencia a la pronación y al valgo de rodilla, en comparación con los hombres; lo cual puede aumentar el riesgo de lesiones en rodilla y tobillo. Los corredores mayores típicamente tienen una menor capacidad de absorción de impactos y también menor fuerza muscular, lo cual aumenta el riesgo de lesiones articulares, de músculos, de ligamentos y de las fascias.
De seguro, en este momento ya estás relacionando tus lesiones pasadas con la biomecánica de la carrera… Cuando terminé mi “tarea” y regresé a correr, solo podía pensar: “¿estaré aterrizando bien?, ¿mi cadera se está moviendo mucho?, ¡qué bueno que si estoy haciendo fuerza!”. En fin… Creo que ahora le doy mucha más importancia a esos 15-20 minutos diarios de técnica y los ejercicios POSE.
En general, para mejorar la biomecánica de la carrera, es importante trabajar en la técnica, fortalecer los músculos, realizar ejercicios de equilibrio y coordinación, y por supuesto “lo que no se evalúa, no se puede mejorar”, así que también es recomendable hacer un análisis de carrera para identificar las ventanas de oportunidad. Con el tiempo, estos cambios pueden ayudar a reducir el riesgo de lesiones y claro, mejorar el rendimiento.
Referencias
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